LAS OBRAS DE IBN ARABI
Ibn Arabi comenzó a escribir libros cuando tenía alrededor de 27 años y continuó haciéndolo el resto de su vida. Basándonos en los títulos de dos listas que dejó, se puede decir que Ibn Arabi escribió unas 300 obras. Sin embargo, el número de obras hoy conservadas oscila entre 75 y 100, algunas de ellas muy largas y otras cortas. Sus obras más conocidas son:
Fusûs al-hikam (Los engarces de las sabidurías)
Se considera que es la quintaesencia de la enseñanza espiritual de Ibn Arabi. Se compone de veintisiete capítulos, cada uno dedicado al significado espiritual y a la sabiduría de un determinado profeta. A lo largo de los siglos, los discípulos de Ibn Arabi han apreciado mucho este libro y se han escrito más de un centenar de comentarios sobre él.
Al-Futûhât al-makkiyya (Las iluminaciones de La Meca)
Esta obra es un gran compendio de metafísica, cosmología, antropología espiritual, psicología y fiqh. Entre los temas que aborda se encuentran los significados internos de los rituales islámicos, las estaciones de los viajeros en el viaje hacia Dios y en Dios, la naturaleza de la jerarquía cósmica, el significado ontológico y espiritual de las letras del alfabeto árabe, las ciencias que abarca cada uno de los noventa y nueve nombres de Dios y el significado de los mensajes los diversos profetas. Ibn Arabi escribió esta obra a lo largo de veinte años, mientras viajaba por Siria, Palestina, Anatolia, Egipto, Irak y el Hiyaz. Posteriormente la revisó mientras vivió en Damasco.
Taryumân al-ashwâq (El intérprete de los deseos)
Esta breve colección de poesía amorosa nació inspirada por el encuentro de Ibn Arabi, durante su primera peregrinación a La Meca, con Nizam, la hermosa y talentosa hija de un gran erudito de Isfahán. Más tarde escribió un extenso comentario sobre los poemas para demostrar a sus críticos que trataban de verdades espirituales y no de amor profano. Ésta obra puede leerse en traducción de Vicente Cantarino, Casidas de amor profano y místico: Ibn Zaydún e Ibn Arabi, en Ed. Porrúa de México, y fue la primera de las obras de Ibn Arabi que se tradujo al inglés.